domingo, 19 de junio de 2011

PHILIP W. JACKSON


“Lo que el alumno aprende en la escuela no es sólo lo que aparece en los documentos curriculares sino algo más complejo, como es el conjunto de reglas y normas que rigen la vida escolar, sentimientos, formas de expresarlos, valores, formas de comportamiento y adaptación a distintos ámbitos. Estos aprendizajes que no aparecen “declarados” en los proyectos curriculares oficiales los denominó “Curriculum oculto”.

Jackson dice que es muy importante diferenciar el Curriculum real del oculto, hasta la época de los sesentas solo se consideraba al Curriculum real como fuente de conocimientos y saberes de los cuales los alumnos comprendían la realidad.

Jackson, en un primer momento de su investigación, parte de una especie de conductismo, como era la aplicación de tests, para abandonar este camino y bajar a la arena, al ruedo, al campo de los hechos. Es decir, ya no va a ser el laboratorio el lugar cómodo donde va a traducir e interpretar sus trabajos de investigación, sino que visitará una y mil escuelas, multitud de centros educativos, para tomar cientos y miles de notas de lo que allí acontecía.

Se dará cuenta de la extorsión que sufre el niño cuando abandona el hogar por primera vez para introducirse en el terreno escolar, que unas veces lo hará con lloro y lágrimas y otras, con tremendo alborozo y júbilo, circunstancias estas que por mínimas parecen escaparse no sólo a los investigadores, sino también a profesores y padres.

Analizará todos los pormenores: empujones, pellizcos, enfados, agresiones, reacciones ante los exámenes, la forma de levantar la mano para llamar la atención, como afilan los lápices, cómo guardan fila, amigos, enemigos, bostezos, etc todo lo que forma el condimento de la vida escolar.
A todo esto le dará cuerpo de trabajo científico, viendo y analizando la frecuencia y aparición de estos hechos triviales dentro de las aulas.

La escuela constituye una décima parte de su vida. Asimismo, en las escuelas existe una intimidad entre los alumnos que no tiene parangón en ningún contexto de la sociedad. Nos dice el autor: «Sólo en las escuelas pasan varias horas, treinta o más personas, literalmente como con codo».
Destaca que las aulas son lugares activos donde el profesor tiene muchas interacciones. Así, señala que en un estudio sobre las aulas de primaria, hemos descubierto que el profesor llega a tener hasta mil interacciones personales diarias» No deja de destacar que la paciencia es una virtud que debe adornar a los profesores y, a su vez, ésta debe transmitirse a los alumnos para que puedan enfrentarse a las diversas situaciones de un modo equilibrado.


El autor nos recalca varias formas de evaluaciones como la evaluación por parte del profesor; claro está la conducta de los compañeros o alumnos y la autoevaluación.

La evaluación es importante para ver el desempeño del alumno y los elogios, felicitaciones y también la asignación de premios y castigos motivan a los alumnos a seguir haciendo un buen trabajo

Los premios y castigos suelen estar ligados al éxito y relacionados muy estrechamente con lo que él denomina curriculum oculto, que es lo que no está planeado pero se va dando con el transcurso del año escolar.

Jackson nos da las siguientes estrategias para las tareas de los alumnos.

a) El mantenimiento de las condiciones apropiadas de trabajo y la eliminación de las perturbaciones extrínsecas.

b) La adecuación del contenido del curso para que haya engranaje entre los alumnos y el material que se está estudiando.

Phillip W. Jackson es considerado el creador del término Curriculum Oculto.

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